¿Quien es Vivienne Westwood?
Westwood nació en el seno de una familia humilde. Al principio, todo apuntaba a que su vida sería la de una más de esas mujeres que estudia magisterio, se casan, dan clases en la escuela y forman una familia.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad y, tras divorciarse de su primer marido, conoció a Malcom McLaren, músico, productor y manager del mítico grupo Sex Pistols. Con él se inició en el punk abriendo una tienda en el 430 de King’s Road a comienzos de los setenta que se convertiría en la meca de la anti-moda y la diseñadorá se erigiría como un auténtico icono del movimiento punk.
Analizándolo con distancia, en sus últimos años se mostraba mucho más crítica frente a lo que supuso toda aquella corriente: “Creo que fue algo saludable, en este caso para la gente joven de aquella generación. Hacia falta”. Sin embargo, añade, “estoy en contra de todo lo que solía pensar por aquellos días. El punk no tenía realmente idea alguna: grandes palabras que destruyen, sin más”.
En 1983 Westwood puso fin a su relación y a su colaboración empresarial con McLaren. Fue entonces cuando decidió lanzarse a diseñar en solitario. A Westwood no le iban las convenciones, ni en la vida ni en la moda, de ahí que reinterpretara y se apropiara de varios símbolos del Reino Unido como la bandera, el mítico tartán escocés o sus kilts. Reivindicativa, provocadora –en los últimos años la actriz Pamela Anderson o el actor porno Colby Keller fueron imagen de su marca– y contestaria donde las haya, Westwood nunca renunció a su activismo político. Es más, lo materializó en su propia ropa: “Reivindico el pensamiento como resistencia activa a la propaganda consumista, que nos hace perder la capacidad de discernir y juzgar”, proclamaba.
Fuertemente implicada con la sostenibilidad, sus desfiles fueron plataformas para el debate, con pancartas como la que vimos en su colección primavera-verano 2013 en alusión al cambio climático o al fracking en 2016 o con activisitas como la actriz Rose McGowan o John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace, sobre la pasarela.
Capítulo aparte merece su relación con los diseños de novia. Creó el famosísimo vestido con el que Carrie Bradshaw , el personaje de Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York, se casaba. También el de Miley Cyrus para su boda con el actor Liam Hemsworth.
Tras toda una vida dedicada a la moda, falleció en Londres a los 81 años. En el momento de su muerte compartía su vida con Andreas, al que conoció como alumno mientras daba clases de arte en Viena y que seguirá el legado dejado por Westwood. "Continuaré con Vivienne en mi corazón. Hemos estado trabajando hasta el final y ella me ha dado muchas cosas para seguir adelante. Gracias, cariño”, afirmó en unas emotivas declaraciones tras conocerse el fallecimiento de la creadora.
Más de sesenta años de grandes hitos e irreverencia. Posó para la portada de la revista Tatler en 1989 como Margaret Thatcher, acompañada de la frase “esta mujer fue una vez punk”. Unos años más tarde, al recibir el reconocimiento de la Orden del Imperio Británico, acudió deliberadamente al palacio de Buckingham sin ropa interior. “Quería enseñar mi atuendo girando la falda. No se me ocurrió que, estando los fotógrafos prácticamente de rodillas, el resultado sería más glamuroso de lo que esperaba”, comentaría posteriormente en The Guardian.
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